visitantes

jueves, 6 de marzo de 2008

Enamorado de un Soneto

Déjame confesar, que somos diferentes,
si bien nuestros amores, no pueden dividirse.
Yo he de llevar las manchas, que conmigo quedaron,
sin tu ayuda, pues debo, acarrearlas solo.

En nuestros dos amores, sólo existe respeto,
si bien en nuestras vidas, un pero las separa,
el cual, aún no alternando, la causa del amor,
le roba dulces horas, al gozo de mi afecto.

No podré abiertamente, reconocerte nunca,
a menos que mi culpa, te haga sentir vergüenza.
Ni tú, en público afecto, honrarme libremente
a menos que tú pierdas, el honor de tu nombre.

Mas ruego no lo hagas, que te amo a tal extremo,
que por pertenecerme es mío tu buen nombre.

No hay comentarios: